la felicida- a - a - a - ad (:

Y sí! Podemos decir que estoy feliz. Feliz porque puedo ver claramente que hay más que sólo oscuridad en mi mundo. Es que tengo que aceptarlo, estoy llena de más cosas buenas que malas. Lo más genial es que soy capaz de notarlo, y no me voy hacia abajo por pequeñeces.

Claro, muchas veces me ha pasado (y a quién no?) que me he ido hacia abajo, y pucha que me ha costado levantarme, pero es que ahora prefiero concentrarme en las cosas que me llenan de vida, de alegría. Prefiero quedarme con las cosas buenas, con las cosas lindas. como una puesta de sol desde las rocas, como escribir en la arena húmeda, como viajar con música buena de fondo. Con eso me quedo. Con mi cigarro en la mano viendo como anochece, sola. Con mis audífonos del celular. Con mis amigas, con mis amigos, con mi familia. Con mi amor hacia la música, hacia la danza, hacia el teatro, hacia el arte en general. Y con todo lo que me lleva a la felicidad, desde dormir, hasta todo lo demás.

Y es así, mejor vamos cambiando nuestras malas caras, esas que están sin sentido no valen la pena, lo único que hacen es amargarte y amargar al resto. Causar malos ratos por que sí. Comencemos a valorar más lo que tenemos, a tomarle el peso a la vida, y entender que la alegría no viene en frasco. La alegría hay que buscarla, y cuando está... pucha! hay que aprovecharla, y lograr que se quede por más tiempo contigo.

No pienses de más

cuando te quedes sola

No pienses de más

no dejes pasar las horas

Jorge Drexler - No pienses de más

no más

Hagamos como que olvidamos, como que ya no hay dolor. ¿Que el tiempo logró hacerme olvidar? Eso es mentira. Las heridas aún no sanan, tampoco pueden solas. ¿Tanto cuestan unas disculpas? Parece que sí. ¿Y ahora? Ahora es tarde. Las cosas que tengo metidas en la cabeza es difícil que las logren sacar. Esto de no sentirme, y no sentir a tantas personas es tan... estúpido. Ojalá todo volviera a ser como antes, esas tardes bacanes con gente bacán. Esas horas de hacer nada, sólo vernos a la cara y reirnos un rato. Y ahora ni eso puedo hacer. ¿Mirar? Ni eso lo puedo hacer tranquila. ¿Estúpido? Sí, pero cierto.

Las palabras 'que nunca te importe' sólo las puedo tomar en serio cuando estoy con un vaso en la mano, de otra forma no estaría así. ¿Así como? Así de chata de que me importen tanto las cosas. Aunque soy de esas personas que siempre le ven el lado bueno a las cosas, es inevitable sentir esto, arrepentirme de cosas, de eso que hice sin medir las consecuencias, lo que hice sin pensar que terminaría así. Si pudiera... si pudiera... aaaah! tantas cosas cambiaría, desde el principio. Me cegué, me cegué, me cegué. Y fue eso lo que hizo que esto llegara hasta este punto. Y ya no hay más que hacer, yo no tengo (puedo) hacer nada más. Ya hice todo, ya entregué todo, ya dije todo, ya demostré todo. Tómalo o déjalo.

Apologize.